Los Santos Esposos José y María, padres siempre atentos (Semillas de Espiritualidad Josefina. Enero de 2022)

1. Acogida

2. Oración inicial

3. Tema del Mes:

Los Santos Esposos José y María, padres siempre atentos

         “Queridos hermanos y hermanas, pidamos a san José y a la Virgen María que nos enseñen a ser fieles a nuestros compromisos cotidianos, a vivir nuestra fe en las acciones de cada día y a dejar más espacio al Señor en nuestra vida, a detenernos para contemplar su rostro”.

(Papa Francisco. Audiencia general. Plaza de San Pedro. 1 de mayo de 2013)

         El Papa Francisco, al instituir el Año de la Familia, expresó su deseo de que cada familia pudiera “sentir en su propia casa la presencia viva de la Sagrada Familia de Nazaret”. Veamos:

         “El próximo viernes 19 de marzo (2021), solemnidad de San José, se abrirá el Año de la Familia “Amoris Laetitia” (la alegría del amor): un año especial para crecer en el amor familiar. Los invito a un impulso pastoral renovado y creativo para colocar a la familia en el centro de la atención de la Iglesia y de la sociedad.

         “Rezo para que cada familia pueda sentir en su propia casa la presencia viva de la Sagrada Familia de Nazaret, para que pueda llenar nuestras pequeñas comunidades domésticas de amor sincero y generoso, fuente de alegría incluso en las pruebas y las dificultades”.

         Es muy significativo el testimonio y la confianza del Papa en que la “presencia viva” de la Sagrada Familia de Nazaret en las familias es capaz de dar un fruto tan especial: un amor sincero y generoso que se convierte en fuente de alegría incluso en tiempos difíciles. Varias veces en nuestro compromiso pastoral con las familias, esperamos y oramos por esto: que las familias, cada persona, y especialmente aquellos que atraviesan momentos o situaciones difíciles, puedan resistir y superar estas dificultades. Ahora tenemos la confirmación de la autoridad pontificia de que la presencia de la Sagrada Familia de Nazaret entre las familias es muy importante para esta superación.

         El Papa Francisco, en la Audiencia General del 01/05/2013, celebrada en la Plaza de San Pedro, nos invitó a pedir a San José y a la Virgen María cuatro virtudes muy importantes, presentes en la Casa de Nazaret: fidelidad, fe, comunión. y contemplación. Escuchemos al Papa Francisco:

         “Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

         “Hoy, 1 de mayo, celebramos a san José obrero y comenzamos el mes tradicionalmente dedicado a la Virgen. En este encuentro nuestro, quisiera detenerme, con dos breves pensamientos, en estas dos figuras tan importantes en la vida de Jesús, de la Iglesia y en nuestra vida: el primero sobre el trabajo, el segundo sobre la contemplación de Jesús.

         “Me refiero al segundo pensamiento: en el silencio del obrar cotidiano, san José, juntamente con María, tienen un solo centro común de atención: Jesús. Ellos acompañan y custodian, con dedicación y ternura, el crecimiento del Hijo de Dios hecho hombre por nosotros, reflexionando acerca de todo lo que sucedía.

         “En los evangelios, san Lucas destaca dos veces la actitud de María, que es también la actitud de san José: «Conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón» (2, 19.51). Para escuchar al Señor, es necesario aprender a contemplarlo, a percibir su presencia constante en nuestra vida; es necesario detenerse a dialogar con Él, dejarle espacio en la oración. Cada uno de nosotros, también vosotros muchachos, muchachas, jóvenes, tan numerosos esta mañana, debería preguntarse: ¿qué espacio dejo al Señor? ¿Me detengo a dialogar con Él? Desde que éramos pequeños, nuestros padres nos acostumbraron a iniciar y a terminar el día con una oración, para educarnos a sentir que la amistad y el amor de Dios nos acompañan. Recordemos más al Señor en nuestras jornadas.

         “Y en este mes de mayo, desearía recordar la importancia y la belleza de la oración del santo Rosario. Recitando el Avemaría, se nos conduce a contemplar los misterios de Jesús, a reflexionar sobre los momentos centrales de su vida, para que, como para María y san José, Él sea el centro de nuestros pensamientos, de nuestras atenciones y acciones.

         “Sería hermoso si, sobre todo en este mes de mayo, se recitara el santo rosario o alguna oración a la Virgen María juntos en familia, con los amigos, en la parroquia. La oración que se hace juntos es un momento precioso para hacer aún más sólida la vida familiar, la amistad. Aprendamos a rezar más en familia y como familia.

         “Queridos hermanos y hermanas, pidamos a san José y a la Virgen María que nos enseñen a ser fieles a nuestros compromisos cotidianos, a vivir nuestra fe en las acciones de cada día y a dejar más espacio al Señor en nuestra vida, a detenernos para contemplar su rostro. Gracias.”

(Papa Francisco. Audiencia general. Plaza de San Pedro. 1 de mayo de 2013)

         ¡Hermosas exhortaciones del Papa Francisco! Y para que podamos aprovechar al máximo sus pautas, reflexionaremos en futuras ediciones de “Semillas de Espiritualidad Josefina” sobre cómo podemos apoyar a las familias en este proceso de caminar en la presencia del Señor y confiar en la “presencia viva” de la Sagrada Familia de Nazaret en este viaje.

         Y comenzamos exhortando a las familias, y a los agentes pastorales que sostienen a las familias, a creer que los Santos Esposos José y María están siempre atentos a todos los hechos y situaciones que atraviesan las familias, y están dispuestos y deseosos a intervenir, caminar juntos con las familias. San José Marello, obispo y fundador, nos lleva a darnos cuenta de que la presencia y la atención amorosa de María en las bodas de Caná (Jn 2, 1-12) es un signo de lo que ella quiere hacer con todas las familias. Vamos a ver:

         “Admiremos la diligencia de María en las Bodas de Caná: ella está muy atenta a que todo marche bien, que todos estén bien atendidos y servidos, y que a nadie le falte nada. Esta atención amorosa de María es una imagen de su cuidado espiritual de como vela por nuestras almas para descubrir nuestras necesidades y carencias y atenderlas a tiempo”.

(San José Marello)

4. Reflexión e Intercambio

         Comparta las palabras de San José Marello: “Admiremos la diligencia de María en las Bodas de Caná: ella está muy atenta a que todo marche bien, que todos estén bien atendidos y servidos, y que a nadie le falte nada. Esta atención amorosa de María es una imagen de su cuidado espiritual de como vela por nuestras almas para descubrir nuestras necesidades y carencias y atenderlas a tiempo”.

5. Compromiso del mes

         Celebremos con nobleza y confianza la Fiesta de los Santos Esposos José y María, el 23 de enero, o en una fecha más conveniente discernida por la comunidad.

6. Oración final.

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