SEMILLAS DE ESPIRITUALIDAD JOSEFINA
Publicación mensual del Centro Internacional Josefino-Marelliano. Septiembre 2022
1. Acogida
2. Oración inicial
3. Tema del Mes:
El silencio acogedor por José de Nazaret
“Silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento, la interioridad, la aptitud a prestar oídos a las secretas inspiraciones de Dios y a las palabras de los verdaderos maestros”. (Papa Pablo VI. Discurso en Nazaret, 5 de enero de 1964)
En la edición anterior de “Semillas de Espiritualidad Josefina”, comenzamos algunas reflexiones sobre la oración, basadas en la catequesis del Papa Benedicto XVI del 28/12/2011, y recibimos dos enseñanzas muy importantes del Papa:
La casa de Nazaret es una escuela de oración, en la que se aprende a escuchar, a meditar, a comprender el significado profundo de la manifestación del Hijo de Dios, teniendo como ejemplo a María, José y Jesús”.
(Papa Benedicto XVI. Audiencia general. Salón Pablo VI.
Miércoles, 28 de diciembre de 2011)
La Sagrada Familia es un icono de la Iglesia doméstica, llamada a rezar juntos. La familia es una Iglesia doméstica y debe ser la primera escuela de oración. (Idem, ibídem).
Vimos también en aquella “Semillas de Espiritualidad Josefina” varias enseñanzas de Santa Teresa de Ávila que ella nos transmitió en forma de testimonios.
En la misma catequesis del 28/12/2011, el Papa Benedicto XVI, citando las enseñanzas del Siervo de Dios Pablo VI pronunciadas en Nazaret, el 05/01/1964, destacaba la Familia de Nazaret: “en primer lugar ella nos enseña el silencio”. Escuchemos al Papa Benedicto XVI:
“Sigue siendo memorable el discurso del siervo de Dios Pablo VI durante su visita a Nazaret. El Papa dijo que en la escuela de la Sagrada Familia nosotros comprendemos por qué debemos «tener una disciplina espiritual, si se quiere llegar a ser alumnos del Evangelio y discípulos de Cristo». Y agrega: «En primer lugar nos enseña el silencio. Oh! Si renaciese en nosotros la valorización del silencio, de esta estupenda e indispensable condición del espíritu; en nosotros, aturdidos por tantos ruidos, tantos estrépitos, tantas voces de nuestra ruidosa e hipersensibilizada vida moderna. Silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento, la interioridad, la aptitud a prestar oídos a las secretas inspiraciones de Dios y a las palabras de los verdaderos maestros»”.
(Papa Benedicto XVI. Audiencia general. Sala Pablo VI.
miércoles, 28 de diciembre de 2011)
Ya el Papa San Juan Pablo II nos había enseñado que la actuación de San José en el Hogar de Nazaret estuvo rodeada de silencio, en un ambiente de profunda contemplación. Vamos a ver:
“También el trabajo de carpintero en la casa de Nazaret está envuelto por el mismo clima de silencio que acompaña todo lo relacionado con la figura de José. Pero es un silencio que descubre de modo especial el perfil interior de esta figura. Los Evangelios hablan exclusivamente de lo que José «hizo»; sin embargo permiten descubrir en sus «acciones» —ocultas por el silencio— un clima de profunda contemplación. José estaba en contacto cotidiano con el misterio «escondido desde siglos», que «puso su morada» bajo el techo de su casa”.
(San Juan Pablo II. Exhortación Apostólica “Redemptoris Custos”, 25.
La primacía de la vida interior)
Por lo tanto, podemos aprender del Siervo de Dios Papa Pablo VI y del papa San Juan Pablo II:
Que el silencio de Nazaret nos enseña a permanecer firmes en los buenos pensamientos, absortos en la vida interior, dispuestos a sentir bien las secretas inspiraciones de Dios y las exhortaciones de los verdaderos maestros.
Que el trabajo del carpintero en la casa de Nazaret se desarrollaba en un clima de silencio, que acompaña todo lo que se refiere a la figura de José.
Que el silencio revela de manera especial el perfil interior de San José.
Las enseñanzas sobre cuánto valoraba y practicaba San José el silencio no deben llevarnos a concluir que no hubo momentos alegres y animados de compartir a través de conversaciones, cantos y tantas otras formas de conversación en el Hogar de Nazaret. Como hemos visto en otras ocasiones, San José tuvo la noble misión de educar a Jesús con su ejemplo, y ciertamente a través de conversaciones, explicaciones de la Palabra y tantas otras formas de diálogo. Sobre esto, escuchemos al Papa San Juan Pablo II:
“El crecimiento de Jesús «en sabiduría, edad y gracia» (Lc 2, 52) se desarrolla en el ámbito de la Sagrada Familia, a la vista de José, que tenía la alta misión de «criarle», esto es, alimentar, vestir e instruir a Jesús en la Ley y en un oficio, como corresponde a los deberes propios del padre.”
(San Juan Pablo II. Exhortación Apostólica Redemptoris Custos, 16)
El Padre José Antônio Bertolin, OSJ, nos enseña que el silencio de San José fue acogedor y le permitió reflexionar sobre los misterios inherentes a la presencia de Dios entre nosotros. Vamos a ver:
“El silencio de José no es pobreza de espíritu. Es un silencio que ha acogido el misterio de la presencia del Verbo hecho carne y que ha apreciado su riqueza. Él era consciente de que el misterio en el que se introducía con María era inexpresable.
Es el ejemplo del hombre cuya riqueza interior se desarrolla en silencio… […] El silencio era para él la mejor manera de vivir el amor más profundo… […] A todos los que miran a José, él nunca deja de señalarles la grandeza del silencio: el silencio para acoger a Jesús y su revelación, para vivir en comunión con el alma meditativa de María, para dejarse seducir por el amor de Dios”.
(Padre José Antonio Bertolin, OSJ)
4. Reflexión e Intercambio
Comparta las enseñanzas de los Papas Juan Pablo II y Pablo VI contenidas en esta “Semillas de Espiritualidad Josefina”.
5. Compromiso del Mes
Ejercítate en la práctica de realizar las actividades cotidianas en un espíritu de oración y silencio.
6. Oración final.
