SEMILLAS DE ESPIRITUALIDAD JOSEFINA
Publicación mensual del Centro Internacional Josefino-Marelliano. Febrero de 2023
1. Acogida
2. Oración inicial
3. Tema del Mes:
José hizo de su existencia un don
“San José se dejó guiar por los sueños sin vacilar. ¿Por qué? Porque su corazón estaba orientado hacia Dios, ya estaba predispuesto hacia Él. A su vigilante “oído interno” sólo le era suficiente una pequeña señal para reconocer su voz. Esto también se aplica a nuestras llamadas. A Dios no le gusta revelarse de forma espectacular, forzando nuestra libertad. Él nos da a conocer sus planes con suavidad, no nos deslumbra con visiones impactantes, sino que se dirige a nuestra interioridad delicadamente, acercándose íntimamente a nosotros y hablándonos por medio de nuestros pensamientos y sentimientos. Y así, como hizo con san José, nos propone metas altas y sorprendentes”.
(San José: el sueño de la vocación. Mensaje del Papa Francisco para la
58ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. 25 de abril de 2021)
En la edición anterior de “Semillas de Espiritualidad Josefina”, vimos que “construir una gran familia humana unida en el amor no es una utopía; es la gran llamada de Dios”, y que “para hacer realidad este sueño estamos todos llamados: sacerdotes, consagrados y consagradas, fieles laicos”.
También vimos dos pautas preciosas del Papa Francisco para ayudarnos a responder una pregunta importante: Dios nos llama a “construir una gran familia humana unida en el amor”. Pero, ¿cómo hacer esto en la práctica? Recordemos estas dos pautas iniciales:
1) La forma más segura de cumplir la vocación cristiana viene del ejemplo de José de Nazaret.
2) “San José viene en nuestra ayuda” en la escucha y respuesta a la vocación recibida.
En esta edición, veremos otra guía preciosa del Papa Francisco: por amor, José hizo de su existencia un don. Vamos a ver:
3) “José hizo de su existencia un don” convirtiéndose en un ejemplo.
En su Mensaje para la 58ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa Francisco nos enseña, basándose en el ejemplo de San José, que “es el amor el que da sentido a la vida”, y que “San José hizo de su existencia un don”.
Veamos lo que dice el Papa Francisco:
“San José nos sugiere tres palabras clave para nuestra vocación. La primera es sueño. Todos en la vida sueñan con realizarse. Y es correcto que tengamos grandes expectativas, metas altas antes que objetivos efímeros —como el éxito, el dinero y la diversión—, que no son capaces de satisfacernos. De hecho, si pidiéramos a la gente que expresara en una sola palabra el sueño de su vida, no sería difícil imaginar la respuesta: “amor”. Es el amor el que da sentido a la vida, porque revela su misterio. La vida, en efecto, sólo se tiene si se da, sólo se posee verdaderamente si se entrega plenamente. San José tiene mucho que decirnos a este respecto porque, a través de los sueños que Dios le inspiró, hizo de su existencia un don”.
(San José: el sueño de la vocación. Mensaje del Papa Francisco para la
58ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. 25 de abril de 2021)
La vida, en efecto, sólo se tiene si se da, sólo se posee verdaderamente si se entrega plenamente. Oremos a San José para que nos ayude a hacer de nuestra vida un don, una vida dedicada a los intereses de Jesús, más que a los nuestros, y que nos acompañe en este camino.
4) José dijo sí, pronta y decididamente, a la vocación que había recibido porque supo cultivar un “oído interno” vigilante, fruto de un “corazón orientado hacia Dios”.
También en el Mensaje para la 58ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa Francisco nos enseña que Dios nos transmite sus proyectos con mansedumbre, dirigiéndose “suavemente” a nuestra interioridad y proponiéndonos, como hizo con San José, metas altas y sorprendentes. Escuche al Papa Francisco:
“Los Evangelios narran cuatro sueños (cf. Mt 1,20; 2,13.19.22). Eran llamadas divinas, pero no fueron fáciles de acoger. Después de cada sueño, José tuvo que cambiar sus planes y arriesgarse, sacrificando sus propios proyectos para secundar los proyectos misteriosos de Dios. Él confió totalmente. Pero podemos preguntarnos: “¿Qué era un sueño nocturno para depositar en él tanta confianza?”. Aunque en la antigüedad se le prestaba mucha atención, seguía siendo poco ante la realidad concreta de la vida. A pesar de todo, san José se dejó guiar por los sueños sin vacilar. ¿Por qué? Porque su corazón estaba orientado hacia Dios, ya estaba predispuesto hacia Él. A su vigilante “oído interno” sólo le era suficiente una pequeña señal para reconocer su voz. Esto también se aplica a nuestras llamadas. A Dios no le gusta revelarse de forma espectacular, forzando nuestra libertad. Él nos da a conocer sus planes con suavidad, no nos deslumbra con visiones impactantes, sino que se dirige a nuestra interioridad delicadamente, acercándose íntimamente a nosotros y hablándonos por medio de nuestros pensamientos y sentimientos. Y así, como hizo con san José, nos propone metas altas y sorprendentes”.
(San José: el sueño de la vocación. Mensaje del Papa Francisco para la
58ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. 25 de abril de 2021)
Oremos a San José para que nos ayude a cambiar nuestros planes, si es necesario, para “ponernos en juego”, como dice el Papa Francisco, y llevar a cabo los misteriosos proyectos de Dios para nuestras vidas, sacrificando los propios proyectos si es necesario. Dios merece nuestra plena confianza.
4. Reflexión e Intercambio
Comparta sobre las enseñanzas del Papa Francisco contenidas en estas “Semillas de Espiritualidad Josefina”.
5. Compromiso del mes
Interactúa con tu Comunidad y participa activamente en los preparativos del Mes de San José que celebraremos en marzo.
6. Oración final.
