COMO JOSÉ, ESTEAMOS SIEMPRE PREPARADOS PARA SERVIR Y CUIDAR (Semillas de Espiritualidad Josefina. Mayo de 2023)

SEMILLAS DE ESPIRITUALIDAD JOSEFINA

Publicación mensual del Centro Internacional Josefino-Marelliano. Mayo de 2023

1. Acogida

2. Oración inicial

3. Tema del Mes:

COMO JOSÉ, ESTEAMOS SIEMPRE PREPARADOS PARA SERVIR Y CUIDAR

         “Es necesario mirar a San José para nuestras propias inspiraciones, él que fue el primero en la tierra en cuidar los intereses de Jesús; cuidó de él cuando era pequeño, lo protegió cuando era niño, fue para él un padre durante los primeros treinta años de su vida en la tierra”.

(San José Marello, obispo y fundador).

         Estamos continuando el estudio de las preciosas orientaciones del Papa Francisco para ayudarnos a responder una pregunta importante: Dios nos llama a “construir una gran familia humana unida en el amor”, pero ¿cómo hacer esto en la práctica?

7) San José, el que está siempre dispuesto a servir y cuidar.

         En su mensaje para la 58ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa Francisco concluye sus consideraciones sobre san José hablando de su disponibilidad para decir sí a la llamada de Dios y ponerse al servicio de María y de Jesús y afirmando que su sí “se concretiza mismo en el servicio rápido y en el cuidado amoroso”. (Mensaje del Papa Francisco para la 58 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. 25 de abril de 2021).

Escuchemos al Papa Francisco:

         “Se podría decir que (José) era la mano tendida del Padre celestial hacia su Hijo en la tierra. Por eso, no puede más que ser un modelo para todas las vocaciones, que están llamadas a ser las manos diligentes del Padre para sus hijos e hijas.

         “Me gusta pensar entonces en san José, el custodio de Jesús y de la Iglesia, como custodio de las vocaciones. Su atención en la vigilancia procede, en efecto, de su disponibilidad para servir. «Se levantó, tomó de noche al niño y a su madre» (Mt 2,14), dice el Evangelio, señalando su premura y dedicación a la familia. No perdió tiempo en analizar lo que no funcionaba bien, para no quitárselo a quien tenía a su cargo. Este cuidado atento y solícito es el signo de una vocación realizada, es el testimonio de una vida tocada por el amor de Dios. ¡Qué hermoso ejemplo de vida cristiana damos cuando no perseguimos obstinadamente nuestras propias ambiciones y no nos dejamos paralizar por nuestras nostalgias, sino que nos ocupamos de lo que el Señor nos confía por medio de la Iglesia! Así, Dios derrama sobre nosotros su Espíritu, su creatividad; y hace maravillas, como en José.

(Mensaje del Papa Francisco para la 58 Jornada Mundial de Oración

por las Vocaciones. 25 de abril de 2021)

         Como aprendimos de José, uno debe servir con prontitud y con amoroso cuidado. Esta exhortación del Papa Francisco nos recuerda las enseñanzas muy importantes de dos santos de la Iglesia: San José Marello y San Juan Pablo II. Vamos a ver:

 “Es necesario mirar a san José para nuestras propias inspiraciones, él que fue el primero en la tierra en cuidar de los intereses de Jesús; lo cuidó de pequeño, lo protegió de niño, fue para él un padre durante los primeros treinta años de su vida en la tierra”. (San José Marello, obispo y fundador).

 “Inspirados en el Evangelio, los Padres de la Iglesia, desde los primeros siglos, han subrayado que San José, así como cuidó con amor a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, así también guarda y protege su Cuerpo Místico, la Iglesia, de la cual la Santísima Virgen es figura y modelo”.

(Exhortación Apostólica Redemptoris Custos, 1. San Juan Pablo II, Papa).

 “Considero, en efecto, que el volver a reflexionar sobre la participación del Esposo de María en el misterio divino consentirá a la Iglesia, en camino hacia el futuro junto con toda la humanidad, encontrar continuamente su identidad en el ámbito del designio redentor, que tiene su fundamento en el misterio de la Encarnación.

         “Precisamente José de Nazaret «participó» en este misterio como ninguna otra persona, a excepción de María, la Madre del Verbo Encarnado. El participó en este misterio junto con ella, comprometido en la realidad del mismo hecho salvífico, siendo depositario del mismo amor, por cuyo poder el eterno Padre «nos predestinó a la adopción de hijos suyos por Jesucristo» (Ef 1, 5).

  (Exhortación Apostólica Redemptoris Custos, 1. San Juan Pablo II, Papa)

         Como nos enseñan San José Marello, San Juan Pablo II y el Papa Francisco, tenemos mucho que aprender del ejemplo de San José:

 Es necesario aprender de san José que la disponibilidad para el servicio deriva del cuidado en la guarda.

 Es necesario aprender de San José a tener como prioridad en la vida el compromiso de cuidar los intereses de Jesús.

 Es necesario aprender de san José que la atención gentil y solícita a las vocaciones y a los llamados es signo de vocación cumplida.

 Debemos aprender de San José que la atención gentil  y solícita es el testimonio de una vida tocada por el amor de Dios.

 Necesitamos aprender de San José “¡qué hermoso ejemplo de vida cristiana ofrecemos cuando no nos obstinamos en seguir nuestras ambiciones ni nos dejamos paralizar por nuestra nostalgia, sino que cuidamos lo que el Señor nos confía, a través de la Iglesia!”

 Es necesario aprender de san José que, sobre quien está siempre dispuesto a servir y cuidar, Dios derrama su Espíritu, su creatividad”, y a través de él/ella “hace maravillas, como en José”.

         Oremos a San José para que nos ayude a comprender cuán importante es estar siempre listos para servir y cuidar los intereses de Jesús.

4. Reflexión e Intercambio

         Comparte las enseñanzas del Papa Francisco, de San José Marello y de San Juan Pablo II, contenidas en esta “Semillas de Espiritualidad Josefina”.

5. Compromiso del Mes

         Participa activamente del Día de San José Trabajador, que celebramos el 1o. día de mayo.

6. Oración final.

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