Bajo la protección de San José, todos estamos llamados a ser santos (Semillas de Espiritualidad Josefina. Julio de 2023)

1. Acogida

2. Oración inicial

3. Tema del Mes:

Bajo la protección de San José, todos estamos llamados a ser santos

         “Para ser santos no es necesario ser obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos. Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada solo a quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la oración. No es así. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra”.

(Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate” –

Sobre la llamada a la santidad en el mundo de hoy, 14)

         Continuamos el estudio de las preciosas orientaciones del Papa Francisco y también del Papa San Juan Pablo II.

10) Con san José, aprendamos que la vocación a la santidad es el primer paso, que precede a la vocación específica, y que debe cultivarse en la familia.

         En la Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate” (Sobre la llamada a la santidad en el mundo de hoy), en su punto 14, el Papa Francisco nos enseña que la llamada a la santidad es para todos. Vamos a ver:

         “Para ser santos no es necesario ser obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos. Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada solo a quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la oración. No es así. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra.

         “¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría tu entrega. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. ¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos. ¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús. ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales”.

(Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate” –

Sobre la llamada a la santidad en el mundo de hoy, 14)

         Para que los adolescentes y jóvenes deseen ser santos y busquen un modo específico de vivir este deseo de santidad, es muy importante que cada familia cristiana descubra su misión de animar las vocaciones.

         En la Audiencia General celebrada en la Plaza de San Pedro el 17 de diciembre de 2014, el Papa Francisco nos enseña que, en las familias, “¡cuánto podrían ser alentados los jóvenes por Jesús adolescente en comprender la necesidad y la belleza de cultivar su vocación más profunda, y de soñar a lo grande!”

         Nos enseña también que, en la familia, “Jesús cultivó su vocación, para la cual el Padre lo había enviado”. Escuchemos al Papa Francisco:

         “Ciertamente que nos enterneceríamos con el relato acerca del modo en que Jesús adolescente afrontaba las citas de la comunidad religiosa y los deberes de la vida social; al conocer cómo, siendo joven obrero, trabajaba con José; y luego su modo de participar en la escucha de las Escrituras, en la oración de los salmos y en muchas otras costumbres de la vida cotidiana.

         “Los Evangelios, en su sobriedad, no relatan nada acerca de la adolescencia de Jesús y dejan esta tarea a nuestra afectuosa meditación. El arte, la literatura, la música recorrieron esta senda de la imaginación. Ciertamente, no se nos hace difícil imaginar cuánto podrían aprender las madres de las atenciones de María hacia ese Hijo. Y cuánto los padres podrían obtener del ejemplo de José, hombre justo, que dedicó su vida en sostener y defender al niño y a su esposa —su familia— en los momentos difíciles.

         “Por no decir cuánto podrían ser alentados los jóvenes por Jesús adolescente en comprender la necesidad y la belleza de cultivar su vocación más profunda, y de soñar a lo grande. Jesús cultivó en esos treinta años su vocación para la cual lo envió el Padre. Y Jesús jamás, en ese tiempo, se desalentó, sino que creció en valentía para seguir adelante con su misión”.

(Mensaje del Papa Francisco Audiencia general

ocurrida en la plaza de San Pedro: 17 de diciembre de 2014)

         En esta misión educativa, los padres no están solos. Pueden contar con el apoyo de su comunidad eclesial y pueden buscar el apoyo espiritual de San José, el Guardián de las Vocaciones. Escuchemos al Papa San Juan Pablo II:

         “El crecimiento de Jesús «en sabiduría, edad y gracia» (Lc 2, 52) se desarrolla en el ámbito de la Sagrada Familia, a la vista de José, que tenía la alta misión de «criarle», esto es, alimentar, vestir e instruir a Jesús en la Ley y en un oficio, como corresponde a los deberes propios del padre.”

(San Juan Pablo II, Papa, Exhortación Apostólica “Redemptoris Custos”, 16)

         “En tiempos difíciles para la Iglesia, Pío IX, queriendo ponerla bajo la especial protección del santo patriarca José, lo declaró «Patrono de la Iglesia Católica». El Pontífice sabía que no se trataba de un gesto peregrino, pues, a causa de la excelsa dignidad concedida por Dios a este su siervo fiel, «la Iglesia, después de la Virgen Santa, su esposa, tuvo siempre en gran honor y colmó de alabanzas al bienaventurado José, y a él recurrió sin cesar en las angustias»

         “¿Cuáles son los motivos para tal confianza? León XIII los expone así: «Las razones por las que el bienaventurado José debe ser considerado especial Patrono de la Iglesia, y por las que a su vez, la Iglesia espera muchísimo de su tutela y patrocinio, nacen principalmente del hecho de que él es el esposo de María y padre putativo de Jesús (…). José, en su momento, fue el custodio legítimo y natural, cabeza y defensor de la Sagrada Familia (…). Es, por tanto, conveniente y sumamente digno del bienaventurado José que, lo mismo que entonces solía tutelar santamente en todo momento a la familia de Nazaret, así proteja ahora y defienda con su celeste patrocinio a la Iglesia de Cristo»”.

(San Juan Pablo II, Papa, Exhortación Apostólica “Redemptoris Custos”, 28)

4. Reflexión e Intercambio

         Comparta sobre las enseñanzas del Papa Francisco y del Papa San Juan Pablo II contenidas en esta “Semillas de Espiritualidad Josefina”.

5. Compromiso del Mes

         Interactúa con tu comunidad parroquial en los preparativos del Mes de las Vocaciones que viviremos en agosto.

6. Oración final.

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